Un buen sistema de gestión de calidad en una organización requiere de la utilización de una serie de herramientas o técnicas que permitan control y mejora de la calidad, y por lo tanto, ayuden a la resolución de problemas.
La gestión por procesos es una estrategia que le permite a las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud herramientas claras para focalizar acciones en la satisfacción del usuario, a partir de la búsqueda de soluciones que tengan en cuenta aquellos elementos que pueden influenciar en el buen funcionamiento, la eficiencia, la flexibilidad y la eficacia en sus resultados. El proceso de encontrar las causas de los productos y/o servicios defectuosos entre muchos otros factores se llama diagnóstico del proceso, para reducir estas causas la primera acción necesaria es un diagnóstico correcto para reducirlas.
¿Y cómo hacerlo? Hay muchos métodos. Algunos utilizan intuición, el conocimiento y otros dependen de la experiencia, otros recurren al análisis estadístico de los datos y hasta se puede utilizar el análisis experimental. La medición y el uso de los métodos estadísticos son medios eficaces para hacer las observaciones necesarias y controlarla calidad en los diferentes procesos de las instituciones de salud, dándole mayor importancia a los hechos que a los conceptos, expresando los hechos en cifras derivadas de los resultados específicos y según los medios utilizados. Además de la información recolectada y el análisis de esta. La información es una guía para el control de la calidad ya que, a partir de esta, conocemos los hechos pertinentes y adoptamos acciones apropiadas para mejorar en cada uno de los procesos.
Por lo anterior expuesto es necesario medir; ya que la medición como una de las estrategias institucionales permite conocer el desempeño del sistema de gestión o proceso y como se le está dando cumplimiento a los requisitos del cliente en el servicio, es decir, permite analizar y explicar cómo han sucedido los hechos.
La práctica de la medición es necesaria e indispensable para conocer a fondo los resultados de los procesos y poder determinar cómo se han dado cumplimiento a las planificaciones efectuadas.
Independiente de la obligatoriedad del Programa de Auditoría, las entidades de salud permanentemente generan evaluación y mejoramiento continuo a sus procesos tendientes a mejorar su eficiencia y efectividad, así como en la calidad de la prestación de los servicios a sus usuarios impactando sus resultados en salud y su satisfacción. La Auditoría para el Mejoramiento de la Calidad de la Atención de Salud implica: Realización de actividades de evaluación, seguimiento y mejoramiento de procesos prioritarios; comparación entre la calidad observada y la calidad esperada, la cual debe estar previamente definida en guías y normas técnicas, científicas y administrativas; y en la adopción por parte de las instituciones de medidas que corrijan desviaciones detectadas respecto de parámetros establecidos y mantengan las condiciones de mejora realizadas.
Una de las funciones de los auditores es encontrar las causas de los problemas usuales en la prestación de servicios de salud para prevenirlos, y así mejorar en forma continua.
Los líderes de las instituciones deben orientar el trabajo en equipo, de los auditores, para avanzar de manera conjunta en este propósito se necesita acuerdos entre las partes, que orienten al mejoramiento continuo centrado en el usuario y a buscar los óptimos resultados con los recursos disponibles.
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