Los trastornos por consumo de sustancias (TCS) son enfermedades crónicas y recurrentes que constituyen un grave problema de salud pública, con una importante carga para las personas afectadas y sus familias. La atención a las personas con TCS supone una pesada carga para los sistemas de salud pública de los países y, por lo tanto mejorar los sistemas de tratamiento, beneficiaría sin duda, no sólo a las personas afectadas, sino también a sus comunidades y a toda la sociedad.
Debido a muchas interpretaciones erróneas que han prevalecido en el pasado, la drogodependencia ha sido considerada un problema social; un fracaso moral; una patología del carácter; un comportamiento que hay que castigar. Este enfoque simplista e ideológico se propuso antes que se tuviera un conocimiento científico de los mecanismos cerebrales que desempeñan el papel central en el desarrollo y la persistencia de los signos y síntomas conductuales de los TCS. Después de muchos años de investigación médica, ahora se tiene una mejor comprensión de la drogodependencia como un complejo trastorno biológico y conductual multifactorial. Estos avances científicos hacen posible que se desarrollen tratamientos que ayuden a normalizar el funcionamiento cerebral de individuos afectados y apoyarles en el cambio de su comportamiento. Ofrecer tratamientos basados en la evidencia científica está ayudando ahora a millones de individuos afectados a recuperar el control de sus vidas e iniciar una vida más productiva y plena.
Para conseguir estas metas terapéuticas, se requiere hacer un diagnóstico preciso e integral que permita responder adecuadamente a las necesidades de tratamiento de la población afectada.
Desafortunadamente, en muchas partes del mundo persiste una visión anticuada de los TCS, en la cual prevalece el estigma público y estructural, enfoques terapéuticos superficiales y no basados en la evidencia, desarticulación de los recursos y estrategias, una deficiente cultura de medición y seguimiento a largo que han comprometido significativamente las posibilidades de recuperación de los pacientes. Aunque las pruebas demuestran claramente que los TCS se gestionan mejor con enfoque de salud pública y basado en la evidencia, al igual que otros problemas médicos como la infección por el VIH o la hipertensión, la adecuación del tratamiento de las adicciones en el sistema sanitario sigue siendo muy difícil en muchos países en los que existe una enorme brecha entre la ciencia, la política y la clínica. Por lo tanto, el mejoramiento del diseño e implementación de los planes de tratamiento en adicciones es asunto prioritario globalmente.
En consecuencia, para atender a las necesidades de atención de las personas con consumo problemático de drogas, es fundamental partir de un adecuado diagnóstico, que debe ir articulado con el diseño de planes de tratamiento, integrados plenamente a la red de servicios de salud y bienestar social, con programas de tratamiento basados en la evidencia, concebidos a largo plazo y a cargo de personal profesional específicamente capacitado para las funciones que desempeña, desde los aspectos de planificación y gestión, hasta la ejecución directa de acciones de tratamiento y rehabilitación en las distintas fases del abordaje.
El curso de " Diagnostico, Evaluación e indicadores de tratamiento", tiene como objetivo que el estudiante de maestría en drogodependencias adquiera un conjunto de competencias teóricas, prácticas y actitudinales que le permitan diagnosticar, contextualizar, planificar y evaluar programas de tratamiento y rehabilitación, así como la aplicación de instrumentos e indicadores que sirvan para orientar el monitoreo de la atención hacia el mejoramiento de la calidad de los servicios de tratamiento que se ofrecen a la población. |
- Teacher: Sandra Milena Cadavid Zapata
- Teacher: Carlos Arturo Cassiani Miranda
- Teacher: Guillermo Alonso Castaño Perez
- Teacher: Carolina Salas Zapata